Alberto Álvarez Menéndez, socio de honor de Tertulia 17 de Mieres, siempre se sintió muy apegado a esta asociación cultural desde su nacimiento el 3 de diciembre de 1990, así como a su querida Güeria San Xuan de Mieres.
Alberto Álvarez Menéndez (Berto Barredo), nació el 2 de octubre de 1943, y sus raíces son el peso de la tierra de L’ Agüeria San Juan de Mieres. Sus primeros años de vida en el pequeño pueblo de L’Acibíu (Acebedo), quedaron marcados por la dura posguerra y posteriormente por la presión desnaturalizada del régimen franquista. Las circunstancias le obligan a integrarse desde muy joven en el mundo laboral, empleándose en diferentes trabajos para ayudar en la economía familiar.
Estado del pozo Tres Amigos, a finales de la década de los cincuenta. :: E. C.
A los 18 años, en 1961, entró a trabajar en el pozo Tres Amigos en Vegadotos, ese mismo año ingresó en el PCE en una reunión clandestina celebrada por Horacio Fernández Iguazú en el cercano pueblo del Somerón (Mieres). Del Pozo Tres Amigos se trasladó a trabajar al Pozo Olloniego, de donde fue despedido por faltar a trabajar el día 21 de diciembre de 1968, día de su boda con Delfina Rodríguez Gandoy. Posteriormente, buscándose la vida y sin olvidar las inquietudes sociales y de compromiso con el PCE, trabajó en varios “Chamizos” del alto la Colladona, a 843 metros de altitud entre los concejos de Laviana y de Aller. Ingresó en mina La Cobertoria (Pola de Lena), hacia el año 1969, en aquellos años la mina pertenecía a la empresa pública Hunosa, cuando cierra esta mina, se fue a trabajar al pozo Santiago, en Aller, posteriormente se traslada definitivamente al pozo Barredo en Mieres, donde trabajó hasta su jubilación en el año 1992, se marchó con las primeras prejubilaciones después del histórico encierro de Barredo en la navidad de 1991.
Alberto Álvarez, a la derecha, junto a Antonio Hevia, durante el encierro del pozo Barredo, en 1991. | LNE
Berto Barredo fue un hombre comprometido con los problemas de la sociedad, empezó su andadura reivindicativa y participativa en el mundo sindical en el año 1967 cuando ingresa en las ilegales CC.OO, fruto de esa inquietud y preocupación social, en mina La Cobertoria participó en las elecciones sindicales y fue elegido enlace sindical del sindicato vertical en el año 1969, ese mismo año ingresó en La Asociación Amigos de Mieres, que había nacido en 1968 con el propósito de promover «el desarrollo de la educación, la ciencia, la cultura y el bienestar social de Mieres”, en esta asociación participó activamente en diferentes eventos, siendo una máxima, para él, la labor asociativa y social de aquellos difíciles años. Por su labor de enlace sindical y su activa participación en los movimientos ciudadanos, fue perseguido, castigado y detenido en innumerables ocasiones, durante esos años estuvo en la dirección regional del sindicato CC.OO. participando activamente, hasta llegar al año 1976.
Visita a la Unión Soviética a las minas de Ucrania, Nevado Madrid con Berto Barredo y Berto Loredo. [Foto: Enrique Fernández González]. Fundación Juan Muñiz Zapico.
En 1976 en la iglesia de Roces de Gijón, fue elegido delegado para asistir al primer consejo confederal del sindicato CC.OO, el Secretariado de la Coordinadora General de CC.OO había decidido celebrar la Asamblea General de CC.OO. en Madrid, los días 27, 28 y 29 de junio de 1976, prohibida la Asamblea de Madrid por el Gobierno de la Nación, la dirección de CC.OO. decide celebrar clandestinamente la Asamblea en Barcelona el día 11 de julio del mismo año, en todo este proceso Berto Barredo se erigió como un gran valedor desde el sindicato regional, luchando en todo momento por las libertades y mejoras sociales de los trabajadores/as. Viajó a la asamblea de Barcelona donde salió elegido delegado, al mismo tiempo también participó en la creación de la Federación Minera Estatal junto a Nevado Madrid, siendo miembro de su ejecutiva durante muchos años.
II Conferencia Regional de Asturias del PCE, el 2 de abril de 1977, en Sama de Langreo. [Foto: Nebot]. Fundación Juan Muñiz Zapico.
Posteriormente se constituye el sindicato comarcal de CC.OO. del Caudal, siendo Berto Barredo su primer secretario general, haciéndose cargo del sindicato en unos duros y difíciles años, con muy pocos recursos y donde el día a día era una lucha constante en defensa de las libertades y derechos de los trabajadores/as. Continuó alternando su actividad sindical con la política y fue el primer secretario general del PCE en la comarca del Caudal y el primer coordinador de I.U en el concejo en el año 1986. Participó en las primeras elecciones democráticas y durante 11 años fue concejal y portavoz del grupo municipal del PCE y I.U en el Ayuntamiento de Mieres.
Berto Barredo, fue una persona muy comprometida y durante todos estos años participó “muy activamente” en los movimientos sociales y asociativos del concejo, siendo su persona un referente para la sociedad mierense, su dilatada trayectoria lo avala, incluso una vez apartado de la vida pública su implicación y compromiso, siguieron muy activos, a saber:
Integrantes de la asociación Monte La Teyerona, durante la sextaferia. JUAN CARLOS ROMÁN. El Comercio.
Crea la Sociedad Monte La Teyerona en abril de 1986, con varios objetivos: Conseguir unas fiestas populares y participativas y desarrollar actividades culturales, lúdicas, deportivas, turísticas y recreativas en la zona, siempre en consonancia con el aprovechamiento agrícola y ganadero del Monte La Teyerona en la Güeria San Juan.
Miembro fundador de la reconocida asociación “Tertulia 17” de Mieres desde su nacimiento el 3 de diciembre de 1990.
Participó en la “renacida” Asociación Amigos de Mieres, siendo una vez más, uno de los propulsores desde su ingreso en el año 1969.
Desde el año 2012 fue socio fundador de la asociación “El Maeral”.
Atendía las reclamaciones vecinales ante el Ayto. de Mieres de los pueblos de la Güeria San Juan – La Llonga, La Casería, Fresnedal, L’Acibíu, Cutuperal y La Depata.
Participó y colaboró con la Federación de Vecinos del concejo en diversos proyectos.
Fundador y expresidente de la plataforma vecinal L’Agüeria San Juan También Existe.
Tal vez la usanza de mirar las cosas desde arriba le confirió una habilidad especial para observar la vida social con perspectiva larga. El fallecimiento a los 79 años de Berto «Barredo», el 9 de mayo de 2023, deja un poco más vacío Mieres y la izquierda asturiana: «Fue una persona tremendamente querida y con una capacidad de análisis enorme», como apuntaba al diario La Nueva España nuestro también Tertuliano Antonio Hevia, compañero de infinidad de batallas y gran amigo. Desde Tertulia 17 de Mieres, su más que querida Asociación Cultural y Gastronómica, le queremos dedicar estas sentidas palabras:
09 DE MAYO DE 2023, ES UN DÍA MUY TRISTE PARA TERTULIA 17 DE MIERES.
Querido amigo:
Podríamos decir todas esas cosas bonitas que se dicen en estos casos. Que fue un placer conocerte. Que por qué te has ido. Que cuesta hacerse a la idea de que tu presencia no llenará más nuestras charlas y tertulias. Que te echaremos de menos. Que nos duele no haber podido decirte adiós. Que tu ausencia se hará muy dura para todos los tertulianos y tertulianas ¡Qué sé yo! Podríamos decir tantas cosas.
Muchas veces unas palabras de condolencia pueden ayudar a consolar a la familia. Pero puede ser muy difícil saber qué decir y en algunos casos, simplemente no saber por dónde empezar. El escribir esta pequeña nota en “MEMORIA” de, ALBERTO ÁLVAREZ MENÉNDEZ, para todos y todas, “BERTO BARREO”, es uno de esos momentos en los que las palabras no surgen con facilidad y nos sobrepasan las emociones. TERTULIA 17 de MIERES hoy pierde un buen amigo, un buen compañero y un referente en la trayectoria de esta longeva asociación cultural.
De “BERTO BARREO”, nos quedan, recuerdos, fotos y tantas y tantas noches robadas al sueño compartiendo opiniones, risas, mesa y mantel, en definitiva, momentos felices apurando el hilo frágil de la vida. Hoy es un día duro para todos tus amigos y amigas de TERTULIA 17 de MIERES, a partir de este día nos falta el afable y conciliador ALBERTO ÁLVAREZ MENÉNDEZ, él y ese trozo de nuestra alma que se va con él; “BERTO BARREO”, y el timbre de su tranquila y sosegada voz; “BERTO BARREO”, y su alegre sonrisa; “BERTO BARREO”, y sus opiniones en los amenos y largos debates, en definitiva, nos faltara la figura tranquilizadora de NUESTRO QUERIDO AMIGO ALBERTO ÁLVAREZ MENÉNDEZ.
Las cosas cambian poco en el cotidiano día a día, pero en el marcado día de hoy 09 de mayo de 2023, dio un giro brusco en la vida de tus amigos tertulianos y tertulianas, se nos fue un BUEN AMIGO, un BUEN TERTULIANO, un BUEN COMPAÑERO y una MUY BUENA PERSONA. HOY ESTÁ MÁS VACÍA LA HERMOSA GÜERIA SAN XUAN Y LA CIUDAD DE MIERES, sitios que, tanto amó y disfrutó, hoy cambian las circunstancias de todos tus amigos y amigas de TERTULIA 17 DE MIERES, hoy prematuramente, nos toca decir un “HASTA SIEMPRE” a todo un “PAISANO”, hoy parte hacia el infinito “BERTO BARREO”
Querido amigo, a partir de este día pasas con LETRAS DE ORO, a formar parte de la historia de TERTULIA 17 de MIERES, ya lo habías hecho, pero hoy con más fuerza. Pasas a ser un personaje ilustre del libro en blanco que es la vida. Te ganaste, por derecho propio, un trocito de nuestros corazones, ese que ahora se van contigo. Pero vamos a continuar escribiendo juntos páginas del libro; muchas tardes-noches, muchos menús, muchos cafés, algunos debates y algunas anécdotas quedan para siempre grabadas en el espíritu de tu amada TERTULIA 17 DE MIERES.
Fdo. Juan José Menéndez Fernández. Presidente de TERTULIA 17 DE MIERES
Presidente tertuliano, premiados,
resto de tertulianos, amigas y amigos, señoras y señores, muy buenas tardes.
Gracias Balo por tus palabras e
introducción.
Permitirme que mis primeras
palabras sean de agradecimiento y felicitación.
Agradecimiento a Tertulia 17 y en
especial a su presidente Juanjo, por haber pensado en mi persona para impartir
esta conferencia que sirve de preámbulo a la entrega de lo que creo es su
máximo galardón, su Premio Gastronómico “Saber y Sabor” en su segunda edición.
Y de doble felicitación. A la
propiedad del restaurante galardonado,
La Consistorial, los hermanos Permuy, Juan y José, que hago extensiva a todo su
equipo. Pero no sólo de este establecimiento, sino también de los de otros de
su propiedad, referencias gastronómicas y de restauración de la Villa.
Y a los tertulianos por implantar
este premio, con el que entiendo reconocéis al restaurante que mejor sensación
os dejo en vuestras visitas mensuales a los establecimientos después de estos u
otros actos. A ello se suma su nombre, toda una filosofía
Mi más sincera enhorabuena a
ambos.
La invitación cursada me ha hecho
especial ilusión, ya que me permite intervenir en Mieres, dónde pase una mis
mejores etapas profesionales hace ya más de dos décadas, manteniendo de ella grandes
recuerdos y amistades, por lo que no me perdonaría desechar la misma. Por ello,
también mi agradecimiento.
De acuerdo con el Diccionario de
la lengua española, ALIMENTACIÓN, se
define como “la
ingestión de alimentos para proveerse de sus necesidades alimenticias”.
Por su parte, GASTRONOMÍA, lo es como “la ciencia y arte que estudia la relación
del ser humano con su alimentación y su medio ambiente o entorno”.
Sin embargo está última disciplina
abarca muchos más campos y componentes, y por tanto más relaciones, como culturales,
sociales y endógenos de los diferentes lugares, aunque si es cierto que tomando
siempre como eje central la ingesta alimentaria.
Por ello, es perfectamente válida
la afirmación de que la Gastronomía es una fuente de disfrute para los
sentidos, pero además, es una fuente de cultura a través de la cual puedes
conocer los usos y costumbre de una localidad, ciudad o región.
Por su parte una de las formas de
definir a la SOCIEDAD, es la de “Agrupación natural o pactada de personas,
organizada para cooperar en la consecución de determinados fines”.
Partiendo de estas definiciones,
voy a transmitirles la intrínseca relación, que para el que les habla, existe entre
la Gastronomía y Sociedad, y el papel que en muchas ocasiones desempeñamos en
ello las personas y entidades.
La importancia de la Gastronomía
en el mundo, radica que al deleite gustativo que conlleva su ingesta es
transmisora de la cultura, tradiciones, costumbres y estilos de vida de cada
pueblo.
Importancia entendible, si
partimos de la base que comer es una de nuestras necesidades fisiológicas más
importantes, y que no se puede hablar de unas costumbres gastronómicas hasta
que el ser humano dejo de ser nómada, se asentó y tuvo que pensar que elaborar
cada día para comer.
A ello se suman otros aspectos,
lo que ha permitido que la gastronomía siendo global, tenga importantes
diferencias, sabiendo adaptarse las mismas a las condiciones del entorno o
climáticas.
El
paso del tiempo y los avances económicos han traído importantes cambios en el
concepto alimentario y culinario.
Se
ha pasado de considerar a la alimentación como base de supervivencia a ser una
pieza fundamental del acerbo cultural e histórica de los pueblos. El estado de
bienestar ha traído consigo, que salvo mínimas excepciones, nuestras
necesidades alimenticias estén satisfechas, y ello permitido crear otras
expectativas.
Quizá
nada mejor que la afirmación de uno de nuestros grandes compatriotas, el
médico e investigador colungués, Francisco Grande Covián, de que “El hombre primero quiso comer para
sobrevivir, luego quiso comer bien e incorporó la gastronomía a su mundo
cultural. Ahora, además, quiere comer salud”, para corroborarlo.
Antes de dar mi visión, o
profundizar, sobre la relación de la
Sociedad con la Gastronomía, les voy a transmitir mi visión global de la
gastronomía actual en nuestra querida Asturias, ya que en ella me voy a centrar
en el resto de la intervención.
Parto de la base, que nuestro eslogan turístico de
Paraíso Natural es totalmente extrapolable a la gastronomía. Ya que en muchos
apartados somos auténticos privilegiados, aunque no siempre lo valoremos, como
por desgracia otras muchas cosas en esta querida tierra.
Somos por nuestra ubicación geográfica y nuestra orografía una auténtica dispensa
natural.
Dónde
el mar, los ríos, la huerta y la montaña nos han suministrado generosamente sus
frutos, para poder tener una variedad culinaria difícil de encontrar en otros
territorios.
Ello
nos ha permitido tener una gastronomía autóctona y variada, con unas raíces
tradicionales muy presentes, dónde la peculiaridad de cada parte del pueblo o
comarca marcaba las diferencias con sus vecinos.
Platos,
que eran el auténtico sustento
alimenticio de las familias, se han convertido en reliquias gastronómicas, que
han resistido el paso del tiempo sin apenas modificaciones.
Formas
de elaboraciones basadas en los elementos que la rica naturaleza proporcionaba,
se han convertido en auténticos valores que se han ido transmitiendo de generación
en generación.
Imaginación
para poder aprovechar mejor los escasos recursos que en ocasiones se tenían,
han permitido tener opciones culinarias diferentes con pequeños retoques.
Esa
cocina tradicional, cuya implantación sigue muy presente en las mesas y cartas
de nuestras casas y restaurantes, nos ha posibilitado tener una base culinaria
histórica fuerte y consolidada que nos ha permitido realizar una cómoda
transición hacía los nuevos tiempos a dónde se dirige la cocina actual, dónde
la evolución, la tradición y la innovación se dan la mano y conviven en
perfecta armonía.
En
este escenario en el Principado de Asturias somos, para mi sin duda, una
referencia nacional e insisto, unos privilegiados.
Y de
ello no sólo podemos dar fe muchos de los aquí hoy presentes, sino que también
lo dan, lo que considero más importante, nuestros
visitantes, que tienen a nuestra gastronomía, junto con el paisaje y paisanaje,
en la terna de los motivos que les decantan elegirnos como su lugar de destino.
Bajo
estas premisas, entenderán que es fácil ser un devoto de la gastronomía en
nuestro Principado.
No
me quiero profundizar más en este apartado, pero dicho este pequeño
preámbulo, yo soy de los que creo que el binomio que nos atañe, GASTRONOMÍA Y
SOCIEDAD, se remonta a tiempos tan pretéritos, que casi podemos hablar de los
inicios de la humanidad.
Muestras de la intrínseca
relación de celebraciones y acontecimientos sociales ligados a la gastronomía,
se suceden a lo largo de los tiempos.
Todas las religiones, con lo que
ello significa, tienen la ingesta alimentaria y por ende la gastronomía, muy
presentes en todas sus ceremonias y conmemoraciones, de una manera más o menos
directa, por ejemplo.
Es curioso que todas nuestras
celebraciones más preciadas como personas, este presente la gastronomía como
uno de sus elementos más importantes.
Sea religioso o civil, no conozco
o al menos no me doy cuenta, de ninguna celebración que no sea así.
En nuestro caso, los que ya vamos
para mayores, entiendo que en muchos de nuestros acontecimientos individuales y
familiares, la gastronomía no sólo ha estado presente, sino que se puede decir
que fue o es el eje de la misma.
Yo no recuerdo bautizos, primeras
comuniones, cumpleaños, bodas, aniversarios e incluso entierros, en el que en el
festejo la comida y bebida, más o menos pudiente, no estuviese presente. Probablemente
muchos de vosotros tampoco.
Otro tanto ocurre con nuestro
entorno más cercano, como amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. Nuestros
encuentros perderían significado, y no serían lo mismo.
Y qué decir de otras festividades
y efemérides, tales como Semana Santa o Navidades, por citar algunas, que
históricamente tienen en la gastronomía su sustento.
Incluso en el entramado
empresarial y económico. Siempre se dijo que de una mesa salen los mejores
negocios. Y seguro que muchos de aquí presentes sabemos de qué hablamos.
Gran verdad la afirmación del
empresario y aristócrata escocés James
Boswell, realizada hace tres siglos, de “que
una buena comida lubrifica los negocios”
¿Y qué ocurre con las fiestas patronales de pueblos
y ciudades?
Alguien conoce alguna en el que de manera directa o
indirecta, la gastronomía no sólo no forme parte de ella, sino que no sea la
protagonista.
Me podría cansar de decir casos.
Raro es la fiesta patronal que no termine con
alguna gira o similar, en el que reunirse para comer sea lo que nos aglutine.
Vuestros Mártires de Cuna, o las de vuestros
concejos limítrofes. Lena con sus ferias
y sus callos, o su fiesta del corderu; Morcín con los Nabos; Oviedo con la
Ascensión, el Bollu o el Desarme, por citar
sólo algunos.
En
las últimas décadas la gastronomía se ha convertido en un acontecimiento social
y económico, dónde ferias, jornadas, concursos, prensa especializada, críticos
y campañas publicitarias intentan captar nuestra atención.
Forma
parte imprescindible de la oferta turística, siendo Asturias una de las
pioneras a nivel empresarial, en organizar jornadas gastronómicas en
localidades y concejos de exaltación a los sus productos o elaboraciones
diferenciales.
Si
algo puede definir a la gastronomía, y por ende su disfrute, es que REQUIERE
COMPAÑÍA.
Una de mis frases preferidas, fue
dicha hace casi veintidós siglos y se le atribuye al político y escritor latino
Cicerón (106-43 a.C) dice “El placer de los banquetes debe medirse no por
la abundancia de los manjares, sino por la reunión de los amigos y por su
conversación». Seguro que algunos de los presentes también la podéis hacer vuestra.
He
dejado para la parte final, referencias claras a la sociedad civil, y a su
papel en la defensa de la gastronomía o de algún producto en particular, de
cada zona
Partiendo
del reconocimiento a nuestros productos, productores y artesanos,
cocineros y resto de profesionales que con su trabajo han llevado a las más
altas cotas a la gastronomía española en general, y a la asturiana en
particular, es justo también reconocer la labor de las múltiples entidades y
organizaciones creadas en torno a la gastronomía.
Nuestra
sociedad es lo suficientemente activa para poder organizarse en Cofradías
gastronómicas, peñas o círculos de amigos que ponen en valor esos elementos
diferenciadores.
No
voy a entrar a discernir sobre las diferencias entre asociaciones o sociedades
culturales y gastronómicas, o sólo gastronómicas, de peñas gastronómicas o de
otras figuras similares.
Permitirme,
por serme más cercanas, me centre en las Cofradías Gastronómicas, y más
en concreto de las asturianas.
Antes
mencionaba que la gastronomía está anclada en los albores de los tiempos, y
aquí pueden tener el mejor de los ejemplos.
Los
orígenes de las Cofradías están intrínsecamente ligados a los orígenes de los
gremios profesionales, y por ello a la Edad Media.
La
primera datación de estos, es de 1248. Fecha de creación de la Chaine des
Rotisseurs –cadena de asadores- fundada en Paris, a raíz de la orden del rey
Luis IX de crearse gremios profesionales, siendo creado entre ellos el de los
asadores de gansos y otras aves muy apreciadas en la época.
La
función de estos gremios era mejorar los conocimientos técnicos de todos sus
miembros, desde los aprendices hasta los maestros y comerciantes.
Este
Gremio, cultivo y desarrollo el arte culinario durante más de cuatro siglo,
hasta que fue disuelto durante la revolución francesa de 1793.
Siglo
y medio después, un grupo de restauradores y periodistas franceses, en base a
ese histórico gremio, fundaron en Paris una asociación con el nombre de
Confrerie de la Chaine de Rotisseurs.
La
misma, no sólo existe a fecha actual, sino que está presente en más de 80
países de todo el mundo, superando los 25.000 miembros asociados, agrupando a
profesionales de la hostelería y de la restauración, pero también a otras
personas que comparten el interés común por la gastronomía.
Entre
esos países se encuentra España, dónde la Cofradía tiene varios embajadores por
diferentes Comunidades, entre ellas Asturias.
Otros
historiadores van más allá, y ubican su nacimiento tras la pax romana, allá por
el siglo VI de nuestra era.
Y
en España, alguno se remonta al año 1586, con la creación de la Cofradía de San
Sebastián, en Lerida, tras un brote epidémico. Cofradía, que aún a fecha actual
celebra una fiesta gastronómica cada mitad de enero.
Hecho
estas menciones históricas, sin entrar en que son creíbles o no y si están relacionadas
o no. Las Cofradías son, o somos permitirme incluirme, la VOZ SOCIAL de
la gastronomía.
El baluarte que encuentran muchos
productos para evitar su desaparición.
Las que fomentan, divulgan,
promocionan, desarrollan y difunden recursos agroalimentarios.
Las que conservan creaciones
artesanas inspiradas en la tradición y en la historia.
Las que ensalzan sus
extraordinarias cualidades, animando al consumo, destacando sus peculiaridades
y caracteres diferenciadores.
Las que defienden los productos
agroalimentarios de sus localidades y las que salvaguardan las raíces de la
cocina tradicional
Son fuente de
conocimiento de las elaboraciones artesanales.
De recetas y
fórmulas culinarias ancestrales.
De las
costumbres de las localidades, comarcas y regiones dónde se ubican, manteniendo
el proteccionismo de los valores de los pueblos, perseverando y valorizando lo
variopinto de las diferentes regiones españolas, en dónde la gastronomía ha
formado un carácter diferenciador en cada una de ellas.
Son asociaciones
sin ánimo de lucro, formadas por personas que
desinteresadamente, con su pecunia, gran derroche de
entusiasmo y fomentando auténticos vínculos de amistad, defienden y
promocionan los productos, cocina o elemento de unión que ha motivado su creación,
a lo largo y ancho de las geografía regional, nacional e internacional.
Cada una de
ellas celebrán de forma periódica los denominados Grandes Capítulos, su gran
fiesta.
En ellas se
nombran a los nuevos miembros, a otros de honor –en muchas ocasiones famosos
que sirven de reclamo y difusión de los actos-, se realizan hermanamientos,
concursos gastronómicos u otras actividades, todo ello con presencia de
autoridades, invitados y cofrades de las diferentes Cofradías asistentes.
Es su gran
fiesta, coincidente o complementaria a la de la localidad o ciudad en dónde se
realiza.
Sus desfiles
cívicos llenan las calles de armonía y colorido con sus llamativos pendones,
uniformes y atributos, beneficiándose las localidades de su labor para
promocionarse y darse a conocer entre los cofrades foráneos y acompañantes que
acuden a la llamada de los anfitriones.
Sin embargo su funcionamiento y
las actividades que desarrollan son para una gran mayoría totalmente desconocido.
Algunos pueden caer en la
tentación de afirmar que están de moda –y puede que sea verdad- y que sólo nos
juntamos para comer, que también, pero el mundo de las Cofradías y Asociaciones
similares –entre ellas nuestros anfitriones- es un perfecto ejemplo de lo que
hoy he venido a hablarles, de la GASTRONOMÍA y
SOCIEDAD.
España se
disputa con Francia, al igual que en tantos apartados de la gastronomía, el
liderazgo europeo y mundial en número de Cofradías existentes, superando en
ambos países los dos centenares.
Aunque es
Portugal, con cerca de setenta, en el
ratio número por extensión territorial, el país con mayor número de ellas.
Existiendo un
buen número de ellas, en otros países europeos, especialmente en los
mediterráneos.
Existiendo una
Confederación europea que aglutina a muchas de ellas.
Posiblemente alguno de los
presentes se sorprenda ahora al oírme decir que solamente en el Principado de
Asturias somos ya 19 Cofradías constituidas y legalizadas.
Algunas con más de tres décadas
largas de existencias, siendo la primera en constituirse en 1984 y la última de momento, se presentará el
próximo mes de marzo.
El que les habla lleva
veinticinco años como cofrade, casi media vida.
Por productos o actividades, tres
hemos nacido en torno a los quesos.
Con sede en Oviedo, la de Amigos
de los Quesos del Principado de Asturias, primera en constituirse y el Círculo
Gastronómico de los Quesos Asturianos. Y en Cangas de Onís, la de Amigos del
quesu Gamoneu.
Otras tres tienen bebidas como
referencia.
Dos de promoción y defensa de
nuestras bebidas con Denominación de Origen Protegida, la del Vino de Cangas
del Narcea y la de los Siceratores de Nava y otra genérica, la del Vino de
Avilés.
Dos nacen en torno a un embutido.
La Orden de los Caballeros del Sabadiego, en Noreña y la del Chosco, en Tineo.
En Gijón su única Cofradía nace
en defensa del Oriciu, el exquisito equinodermo que solamente se consume en
España en el Principado, y en mínimas proporciones y de forma puntual en
Galicia, Cádiz, Ceuta y Gerona.
Tres tienen su base en
elaboraciones culinarias tradicionales.
Son las de Amigos de los Nabos de
La Foz de Morcín, con el “pote de nabos”. Y las de Amigos de les Fabes, en
Villaviciosa y la del Arroz con Leche, en Cabranes.
En Oviedo, la del Desarme tiene
su germen en el emblemático menú y fiesta, datada en 1836, que celebramos los
carbayones, y ahora una gran parte de asturianos, cada 19 de octubre.
En defensa de la cocina marinera
tradicional, la cultura de la mar y sus gentes, se creó en Salinas, la Cofradía
de la Buena Mesa de la Mar, la segunda en hacerlo en 1986.
Otras dos no defienden ningún
producto o plato concreto, sino a la gastronomía asturiana en general. Son las
de Doña Gontrodo de Oviedo, única en España constituida únicamente por mujeres
y una de las tres existentes con esa connotación en Europa. Y
la de los Gastrónomos del Yumay,
de Avilés.
Cerca de aquí, en Argame (Morcín),
tiene su sede la del Gochu Asturcelta, que en la actualidad languidece en
espera de mejores tiempos.
Finalmente en Avilés tiene su
sede una de las más atípicas de España, la del Colesterol Bueno HDL. Única que
no defiende producto o elaboración gastronómica, sino que nace con el objetivo
de fomentar los buenos hábitos alimenticios.
A todas ellas, se sumará el
próximo mes de marzo la recién creada del Tortu de Maíz, con sede en
Oviedo.
Otras se fueron quedando por el
camino a lo largo de estos años.
Unas con vida efímera, como la
primigenia de la Sidra, con sede en Gijón.
O la del Cachopo, con sede en
Avilés.
Pero otras con una activa vida
cultural, como la del Curadillo, de Cudillero, que llego a publicar cuatro
libros en la última década del siglo pasado.
Existiendo asimismo una
Federación Asturiana a la que pertenecemos prácticamente todas.
Nuestro papel ha sido reconocido
por el Gobierno del Principado, a través de la Consejería de Turismo,
cediéndonos un apartado en su portal turístico Asturias.com
En su preámbulo nos define como
uno de los atractivos turísticos de una región donde las excelencias culinarias
constituyen una de las mejores cartas de presentación de los muchos manjares
que pueden degustarse en un territorio inmensamente rico, tanto por la variedad
de productos como de recetas.
A esta extensa relación se
pueden, y yo creo que se deben, de sumar Asociaciones Culturales y
Gastronómicas con sede en diferentes localidades del Principado, que también
realizan múltiples actividades socioculturales gastronómicas y son también vivo
ejemplo de GASTRONOMIA y SOCIEDAD.
Son los casos, por ejemplo, de
vosotros Tertulia 17 aquí en Mieres.
De la Pegarata, en Pola de
Laviana.
O de los Humanitarios, en Moreda
o las Asociaciones de Amigos de
Cudillero, de Ribadesella o del valle de Paredes, en Valdés, o incluso la
Asociación Conservadora del Asturcón del Sueve.
Por no citar otras muchas
existentes, algunas de ellas en vuestra villa y cuenca.
Y cito estas por tener
simplemente una relación directa con las mismas.
Afirmaba anteriormente, que
nuestras actividades son desconocidas para una gran parte de la sociedad.
Voy a dar algunas pinceladas de
lo que realizan algunas de las mencionadas, extrapolable a otras existentes a
nivel nacional.
Unas colaboran directamente con
el Ayuntamiento dónde tienen su sede, en
las fiestas gastronómicas que allí se realizan. Como por ejemplo las de Amigos
de les Fabes, del Arroz con Leche y del Desarme.
Otras no solo colaboran, sino que
asumen la organización de Fiestas municipales, como es el caso de Los
Caballeros de la Orden del Sabadiego, de Noreña, con la San Marcos, cada mes de abril, desde hace años. Fiestas
en las que también incluyen la realización de
su Gran Capítulo bianualmente.
O actividades para su pueblo,
como la de Amigos de los Nabos, con la fiesta de la matanza, sextaferia en pueblos y picos, o la colocación del Belén de
Cumbres.
Otras organizan Concursos gastronómicos
de los productos que exaltan, bien entre alumnos de las escuelas de hostelería
del Principado de Asturias, o bien entre establecimientos comerciales.
Entre los primeros están las de
los Amigos de los Nabos y la del Oriciu, y en los segundos la de Amigos del
Quesu Gamoneu.
Diferente desde su nacimiento, es
la Cofradía Buena Mesa de la Mar, con sede en Salinas.
Ellos han sido los ideólogos,
promotores, constructores y creadores de la Fundación que lo gestiona, de un
proyecto que por sus características es único a nivel mundial, el Museo de
Anclas de Salinas, que ha sido posible gracias a su trabajo y al altruismo de
muchos de sus cofrades.
Proyecto, como digo, único que
lleva unos años en el letargo gracias a una administración local que quiere
apropiarse de algo en que nunca se involucró y no cumple con sus mínimas
obligaciones como patrono.
A ello se suma sus múltiples
actividades culturales en torno a la mar y su gente y sus contrastados
galardones del Cucharón del Buen Guiso Marinero, que cuentan en su larga lista
lo más granado de la cocina regional, nacional e internacional en sus treinta y
cuatro ediciones.
Si en Salinas se apuesta por la
cultura y gastronomía de la Mar, en la vecina Avilés se hace por el fomento de
los buenos hábitos alimenticios y por su promoción mediante la divulgación de
dietas alimenticias para la prevención del colesterol y enfermedades
cardiovasculares, a través de charlas, conferencias, coloquios y toda clase de
actos culturales y recreativos, incluidos desayunos saludables por los colegios
de la comarca avilesina, del que han disfrutado hasta el momento cerca de tres
mil escolares.
Este es el trabajo que realiza
desde 1996 la Cofradía del Colesterol Bueno HDL, a lo que suman sus
prestigiosos Premios del Colesterol Bueno, de carácter anual y una de las
referencias culturales anuales en la villa del Adelantado.
Avilés cuenta con otra Cofradía,
la de Gastrónomos del Yumay, con sede e intrínsecamente ligada a la sidrería
dónde nació y tiene su sede. Aúnan a su labor de apoyo a las diferentes
jornadas gastronómicas que allí se realizan, la creación de diferentes
galardones como los de Jamón de Plata
Negra Grande Covián y los Comensales de Honra Álvaro Cunqueiro, que se han
concedido a grandes personalidades nacionales del mundo de la ciencia y la
cultura.
Y otras, por ejemplo, editan o
han editado libros y revistas de forma periódica, como es el caso de Amigos de
los Quesos, Buena Mesa de la Mar, Colesterol, Amigos de los Nabos y Sabadiego.
Yo formo parte del Círculo Gastronómico
de los Quesos Asturianos, y previamente de la de Amigos de los Quesos.
Esta nobel Cofradía creada en el
año 2013, nació con una clara voluntad de defender, promocionar y divulgar
nuestros quesos y la culinaria quesera,
así como colaborar con los empresarios queseros, asociaciones y
administraciones.
En nuestro caso mantenemos 18
reuniones anuales. Divididas en 9 reuniones ordinarias con degustación de
quesos y vinos y 9 comidas con el queso como ingrediente en todos los platos.
Todos los productos que
degustamos son puntuados, otorgando anualmente nuestros premios
Enogastronómicos al queso, vino, plato y establecimiento más valorados en
dichas puntuaciones.
Que son entregados en nuestra
Gran Fiesta Anual, ya que no organizamos Gran Capítulo.
Y que complementamos con otras
actividades, en las que no faltan encuentros, visitas a empresarios queseros y
lácteos y sus instalaciones y la realización anual de una excursión
cultural-gastronómica-quesera.
También mantenemos encuentros con
otras Cofradías y colectivos afines.
Entre ellos con vosotros,
Tertulia 17. Primeramente en mayo pasado con la comida en que hemos exaltado
conjuntamente al queso lituano Dziguas en el restaurante TC28, aquí en Mieres,
con cata previa de quesos asturianos, y vuestra correspondencia hace apenas 15
días a nuestra sede social en Oviedo.
Ante la desaparición de la fiesta
del quesu Casín en la collada de Arniciu en el año 2013, hemos sido los ideólogos y auspiciadores en el año 2015
de la celebración del Concurso y Certamen del quesu Casín con DOP en Campu de
Caso, que organiza el Ayuntamiento de Caso el último sábado de agosto.
De cuyos concursos de quesos y
cocina. somos sus organizadores.
A su vez, desde el año 2016
asesoramos y colaboramos con la Asociación de Festejos de Colunga, en la
organización del Festival de cervezas y quesos navideños que se celebra en la
localidad cada mes de diciembre.
Y quien sabe si más bien pronto
que tarde, o igual inminentemente, podemos llevar a cabo alguna actividad
conjunta aquí en Mieres, con el queso como protagonista.
Finalmente, y quedando a su
disposición para aquello que consideren, permítanme concluir con una petición
final.
Sencilla, directa y que cada vez
que tengo ocasión, y hoy es una de ellas, realizo.
La gastronomía asturiana, sus
productos, el empresario que aglutina y su sociedad civil, es merecedora de que
nuestro Gobierno la declare PATRIMONIO REGIONAL.
Está presente en cada expresión
de nuestra vida, en forma de multitudinarias celebraciones, jornadas, concursos gastronómicos o en exhibiciones
culinarias, por ejemplo.
De las dimensiones no verbales de
nuestra cultura, la cocina y la gastronomía es una de las más primigenias y
relevantes.
La defensa institucional de algo
tan intrínseco y tan nuestro, con todas las afecciones que ello trae consigo,
entiendo por ello, que es necesario.
Y eso sin entrar en lo que podía
significar como soporte turístico, actividad que parece ser va a ser la que nos
quede en esta tierra si antes alguien no lo remedia.
Si Portugal lo ha hecho hace ya
más de una década, aquí se puede hacer igualmente.
Y concluyo,
remedando al gran genio Groucho Marx. Hago mía su frase magistral, que:
“El mejor banquete del mundo no merece
ser degustado a menos que se tenga a alguien para compartirlo”.
MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN.
Luis Javier Del Valle Vega. Mieres, 31 de enero de 2020
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El Miembro de Tertulia 17 de Mieres; José Fernández
Peticiones al presidente del Principado para el medio rural
Adrian Barbón – Presidente del Principado de Asturias. (TPA)
Excelentísimo Señor: no es fácil para
este escribidor dirigirse mediante carta pública y abierta a quien detenta el
contenido que hay en las «tres pes» por el cargo que desempeña y que
son: poder, prestigio y privilegio.
Y es obvio también que goza de las mismas
porque en algún momento de su vida, como político, puso sobre la mesa la
audacia, la astucia y la inteligencia necesarias para estar donde está, además
de la ayuda inestimable de las circunstancias. Todo junto contribuyó a dar un
giro a su trayectoria política. Por eso está Vd. donde está, y no por
casualidad, como dicen algunos para menguar su prestigio.
Y por lo mismo, como joven barbado
que es, en esta legislatura sabremos si es Vd. un joven político en perspectiva
para vivir o bien de la política o para la política: todo se andará y como
dicen los enterados, por sus obras lo conoceréis.
Aunque para empezar, estamos un tanto
extrañados porque en estos tiempos de crisis y de frivolidades, Vd., como
responsable, en vez de hacer un gobierno de acuerdo con los parámetros de la
austeridad, llena las Consejerías de tantos covachuelistas galdosianos que
hasta se nos escapa la risa por eso de vivir de la política, ya me entiende. Lo
mismo que esos de la Junta, con sus sueldos, sus grupúsculos y grupitos, etc.
Ni nombrarlos: ¡son pura vanidad!
Pero volvamos con Vd.; baste, como ejemplo, decirle que como autonomía, más que una «aldea global», nuestra querida Asturias parece una sucursal de la aldea de Asterix, aislados como estamos por tierra, mar y aire como dice Ángeles Caso o quienes la sufren un día sí y otro también, esos asturianos que, sin coche oficial, se tienen que desplazar por motivos varios fuera de nuestra región. Sin traerle a colación las amargas quejas de los vecinos de Caso y de Amieva con las nuevas tecnologías a las que tienen derecho, sin duda.
La tasa de subida del precio del peaje del Huerna es la más elevada del país, el 1,71 por ciento, con lo que el trayecto entre Campomanes y León para un vehículo ligero pasa de 13,15 euros a 13,35 euros. La subida media del conjunto de los peajes se sitúa en torno al 1,67 por ciento. https://www.lne.es/asturias/2019/01/02/peaje-huerna-sube-alcanza-13/2404625.html
Y a propósito del ámbito rural asturiano, ¿sabe cómo lo caracterizó el pintor Hugo O’Donell que vive en Busloñe? Dice que de la Asturias rural que él conoció quedan, únicamente, el canto de los pájaros, el silencio de la noche y el cromatismo de las estaciones. ¡Vaya con los artistas! Imagine, entonces, lo que dirán los últimos de la fila cuando sufren en sus carnes una burocracia infinita, una total incapacidad política y mucha palabrería que se traduce en un reparto de limosnas que llegan de la comunidad económica europea. Sin olvidar, Sr. Barbón, que hasta la fecha desde hace más de 30 años toda la legislación que nos afecta nos trata como si fuéramos tontos, con una falta de respeto a quienes vivimos en las aldeas que clama a Dios: sus legisladores se recrean en la prohibición, como si fuésemos los causantes del gravísimo deterioro que sufren nuestros puertos, nuestros bosques y nuestros montes, que luego arden como un mar inmóvil. Si en vez de tanto prohibir, su Consejería abonase nuestros puertos, limpiase y reforestase nuestros montes, entresacase nuestros bosques y recogiese las aguas que se pierden laderas abajo, vistas las sequías cada vez más largas que padeceremos, la maleza no acobardaría a nuestras aldeas.
En estos tiempos de grave crisis económica, es lamentable que el Concejo de Grado o el Gobierno del Principado, no inviertan al máximo en potenciar y mantener las rutas a los muchos increíbles rincones por descubrir que tiene la suerte de tener Asturias, para disfrute de todos los humanos incluidos los asturianos. https://www.asturiasenimagenes.com/full_fotast_078.htm
¿Sabe Vd. qué denota este abandono? Que la impronta propia de una democracia social no caló en los pueblos, no llegó a la Asturias rural, por una parte. Y por otra, ese abandono es consecuencia de una palabrería política que para nada se compromete con la acción. Ni para dar ni para pedir. Es lo que dice Hannah Arent: «Los hombres son libres tan pronto como actúan, ni antes ni después; ser libre y actuar es lo mismo». Piense, entonces, en las consecuencias de tanta atonía durante este tiempo infinito. Dicho de otra manera, a nuestras aldeas sólo llegaron las migajas de la democracia política y así nos va. La esperanza que tengo es que en esta legislatura suya, que vive para la política, se corrija el dislate que supuso para todos las pérdidas de la cultura del agua, de la madera, de la piedra, de las vacas y del huerto al pie de casa, tan importante, por la calidad, para la dieta de temporada. Por cierto, si desde esa consejería se fomentase la construcción de invernaderos, con el clima que tenemos en Asturias, que es el mejor de España (llueve lo justo y nieva lo necesario) ¿imagina las consecuencias para la economía familiar?
El invernadero tipo Túnel Asthor, es una estructura sencilla y económica que Asthor fabrica. http://asthor.com/?
Estas ideas, entre otras muchas,
serían la consecuencia de un compromiso que se traduce en obras porque en los
pueblos ya estamos cansados de tanto misionero político como nos mandan por
medio de TPA: antes de echar cuentas de memoria, hay que hacer un trabajo de
campo y un proyecto para que luego hacer algo con sentido. En fin, Sr. Barbón,
ya ve mi inclinación por los menos favorecidos; es normal. De los otros, con
sus problemas y su sentido urbanícola e industrial de la vida, ya se encargan
otros, los voceros, sus sindicatos.
Esperemos que resista el envite que
tales retos le suponen y le desea una salida airosa fruto de su compromiso de
vivir para la política.
Dos intérpretes mierenses de asturianada que me retrotraen a mi infancia
Me gusta la canción estilo asturiano -asturianadas, hoy calificadas de doce o catorce maneras- aunque no sepa decir más. Hoy, para recordar a un intérprete que se nos acaba de ir, como ha sido Vital Noval Álvarez de 69 años, de Mieres, buena persona, buen amigo y buen cantante, hago esta referencia a su rango honesto y afectivo, diciendo que cuando le conocí cantaba una letra que refería a Laviana, posiblemente la localidad más citada en las tonadas asturianas.
Decía en la primera cuarteta: «El cortexar en Laviana / ya me está saliendo caro: / Treinta riales de tachueles, / gasté yo camín de Entrialgo». La copla sigue, pero da la mismo. Desde entonces fuimos amigos. Coincidentes en «Minas y Mineros», coincidentes en respeto y en la tonada, coincidentes en el bable. Y en credo religioso. Y porque el pasado 17 de este noviembre ha sido incinerado, no puedo por menos que recordarle como persona de bien. Como un amigo que se nos ha ido.
De Mieres es asimismo otro intérprete, Gene Fernández -al que, a propósito, encontré en el tanatorio de Mieres, junto a muchos otros intérpretes de tonada, donde quisieron despedir al bueno de Vital Noval-. A Gene Fernández le conocí a través de un vídeo, donde lanzó una canción, de la que ignoro el título, pero que me llevó a tiempos ya muy lejanos. «Pero mira cómo se pasea / la guardia civil por la carretera?». La letra sigue y la letra tiene historia y sentimiento. Y, al escucharla, algo se agitó en mis recuerdos, oyendo aquella canción? ¿por qué?
Vital Noval
Rememorando, llegué a una lejana infancia donde Concha de la Cabaña, mi madre, cantaba esa y otras canciones, improvisaba cuartetas y creo que en una visita nada menos que de Mario Roso de Luna (1872-1931) a Tiraña, en busca de tradiciones y cantos sin adulterar, en pos de material para su obra «El tesoro de los Lagos de Somiedo, en 1916, algún familiar suyo si tuvo que ver con los datos recogidos en el valle de Tiraña y aportados al mítico autor. Me le recordó sin mucha exactitud, en sus últimos años.
Pues de ella tenía yo el nebuloso recuerdo de la canción que a Gene Fernández sentí cantar hace un par de años. Me prometió que un día me la cantaría en directo. Espero por ese día. Y espero no equivocarme si el propio Generoso Fernández me dijo que esta canción se la había enseñado «El Che de Cabaños», el de la voz llena de gorjeos musicales. Al Che le veo más a menudo, por ser ambos de la cuenca del Nalón. Y espero volver a sentir estas letras cantadas en tonadas, letras con historia y de trayectoria difícil.
Generoso Fernández
Entre algunos de los que asistieron a despedir a Vital Noval, se habló, evidentemente, de canción asturiana. Y hubo alguien que manifestó su desacuerdo con el trato que se le está dando en algunos medios a la canción asturiana. Y hay quien dijo que ya no va a ver ni oír concursos por no escuchar a presentadores hablando un lenguaje -¿bable?- que ya nadie habla. Hubo varios coincidentes. Hubo más, en el tema. Y un adiós sentido para Vital Noval, compañero?
El arqueólogo Jorge Camino ensalza la calzada romana
de Somiedo como una de las rutas más importantes de Europa y lamenta que los
gobiernos apuesten por «el grandonismo cultural cuando con pequeñas cosas
se conservan y divulgan nuestros auténticos tesoros»
La montaña somedana y su gran atractivo cautivaron a Jorge Camino Mayor (Avilés 1960) en su juventud y desde entonces ha realizado innumerables excursiones, disfrutando de los diversos paisajes del concejo y de la compañía de sus colegas de caminatas. Este licenciado en Historia por la Universidad de Oviedo y doctor en Arqueología por la de Alcalá de Henares es, en palabras del asturiano Rodrigo de Balbín Behrmann, hoy en día catedrático Emérito de Prehistoria de esta última Universidad, «un caso paradigmático de una generación formada en la Universidad de Oviedo y enriquecida intelectualmente por la asidua colaboración con colegas ibéricos y franceses».
Cordal de La Mesa, al atardecer, desde la braña homónima
Estas
palabras, que forman parte del prólogo del libro sobre la llamada vía de La
Mesa, que en breve plazo verá la luz y cuya base no es otra sino la tesis
doctoral del propio Jorge Camino, cobran su total dimensión cuando se enmarcan
en la deficitaria realidad intelectual de la arqueología asturiana, a la que
previamente se refiere Rodrigo de Balbín en el texto mencionado, quien señala
también que «los avances se producen a partir de determinadas personas que
luchan individualmente por mejorar la situación, aprender y dar a conocer lo
que aprenden».
Un café
matinal sirve para acompañar la conversación que establezco con Jorge Camino,
para hablar del Parque Natural de Somiedo desde la perspectiva del hombre de la
cultura que es. Además de su conocimiento del territorio, dada la afición a la
montaña que ya he comentado, Camino tiene en su haber el hecho de estudiar la
vía de La Mesa desde una perspectiva arqueológica y que, como el lector ya
supondrá, ha sido el tema de su tesis doctoral a la que me he referido, leída
en el año 2016.
Trabajaba
mi contertulio en unos de los yacimientos arqueológicos más divulgados en los
últimos años en Asturias, y que no son otros que los descubiertos en otra vía
antigua, La Carisa, en la que evidenciaron todo un entramado de restos romanos
e indígenas, cuando el llamado Homón de Faro despertó los recuerdos somedanos
de Jorge Camino y comentó con sus colegas que aquella estructura defensiva le
evocaba mucho al llamado Muro en el conocido camín real del Puerto de La Mesa,
en su tramo somedano.
Yolanda
Viniegra y Rogelio Estrada eran los arqueólogos que compartían con él los
estudios de La Carisa, y lo que se convirtió en una primera excursión y más
tarde en una obsesión, se transformó en el trabajo que permitió su doctorado.
Granda Blanca
De vía a camín real: uno de los más importantes
lugares del patrimonio cultural somedano.
Me
comenta Jorge Camino que D. Juan Uría Ríu y D. Claudio Sánchez Albornoz, allá
en la primera mitad del pasado siglo, descubrieron el origen romano de la
llamada ruta de La Mesa, «una de las vías que discurren a mayor altitud en
Europa, atravesando los puertos alpinos de la Cordillera Cantábrica, y que su
trabajo de arqueólogo, entre los años 2005 y 2007, permitió un primer estudio y
reconocimiento histórico de la traza, que, por cierto, en muchos lugares se
separa del itinerario actual de la ruta del mismo nombre».
La vía
nunca había estado, ni probablemente está, valorada suficientemente, comenta
Jorge, quien añade que «hemos descubierto numerosas estructuras de ingeniería
constructiva realizadas en época romana», para a continuación deplorar que
la primera carretera y «única durante siglo y medio» que comunicaba
Asturias con Castilla, desde el siglo XVI, esté en un estado de abandono y
desconocimiento social tan lamentable. «Este es uno de los itinerarios que
debería formar parte del patrimonio viario europeo, como también lo es el Gran
San Bernardo y otros más renombrados, pero no tan importantes», sostiene,
para añadir nuevamente que «la vía de La Mesa es una de las que discurren
a mayor altitud y que está muy desatendida y falta de promoción en todos sus
aspectos». «Ten en cuenta que hasta el siglo XVIII no comienzan a
abrirse otros pasos de montaña, como el Trobaniellu, para llegar a Quirós desde
Ventana».
Jorge Camino Mayor
Para Jorge
Camino, este hecho, el abandono de la vía o vamín real del Puerto de La Mesa,
forma parte de la disfunción administrativa con los equipamientos. «No se
priorizan las cuestiones, las inversiones, los últimos gobiernos han optado por
el grandonismo cultural, cuando con pequeñas cosas se conservan y divulgan los
auténticos tesoros que poseemos», me recuerda mi contertulio, a la vez que
me recalca que es necesario que todo ello se base en investigaciones serias y
científicamente planteadas.
Comento
con Jorge Camino mi opinión de que todo el Patrimonio Cultural somedano está en
un franco abandono, que en todos los pueblos hay arquitectura religiosa,
imaginería muy interesante, elementos etnográficos interesantísimos y que tal
vez una de las asignaturas pendientes del Natural de Somiedo pudiera ser la
puesta en valor de todo este conjunto de forma que se ofrezcan otras
actividades a los visitantes que no sean meramente las de naturaleza y
observación de fauna. «Ciertamente hay un dilema, se promociona todo lo religioso
y algunas veces solo lo religioso», me comenta, «yo veo que se
invierte en demasía en este capítulo y los responsables de su mantenimiento lo
dejan envejecer rápidamente»; como ejemplo me habla de la reposición de
cubiertas de iglesias y la falta de mantenimiento del mismo por párrocos y
parroquianos, «a veces algo tan sencillo como sustituir unas tejas»,
añade.
Ganado vacuno en Piedra Jueves; a la derecha pueden verse los restos de uno de los miliarios modernos instalados por la Administración regional
Pero
falta también la divulgación, la edición de pequeñas guías, «imagínate un
pequeño libro de osos, de flores, de pájaros, de La vía de La Mesa, de las
brañas, etc. para que la gente lea o simplemente consulte en hoteles, casas de
aldea, apartamentos, disfrutando de los días de nieve o lluvia», recalca
Jorge, como también, «la escasez o simple ausencia de visitas guiadas a
este tipo de patrimonio».
¿Puede haber un futuro para todo este conjunto
patrimonial?
Lanzo mi
pregunta preferida sobre el Patrimonio Cultural que encierra el Parque Natural
de Somiedo, a Jorge Camino Mayor, aunque, a lo largo de nuestra conversación y
otras muchas anteriores, ya conozco parte de las respuestas. Toma como ejemplo
las brañas para contestar a mi pregunta; «mira, Somiedo es una gran braña,
pero faltan estudios de conjunto de estos sistemas de explotación territorial,
planteado desde el punto de vista antropológico, histórico, arquitectónico,
viario, natural, etc. que permitan entender todo el concepto».
El Muro, muralla y foso
«Si
nos fijamos en las cabanas de teito, como todo el mundo sabe y aprecia, están
en un franco abandono, pero no se puede abordar la conservación de todas»,
añade mi interlocutor, para proponer algo que probablemente esté en la mente de
mucha gente preocupada, pero que nadie se atreve a expresar con la claridad con
que lo hace Jorge: «evidentemente hay que musealizar varios conjuntos muy
representativos, como ejemplo La Pornacal y Mumián, y hay que poner otras en
uso para que se puedan conservar; hay ejemplos en muchos países, cabañas
transformadas en alojamientos temporales, con su exterior intacto, pero con un
interior cómodo que permita al visitante disfrutar del lugar sin gran
suntuosidad, pero con las mínimas necesidades cubiertas, camastro, baño, agua corriente,
luz, chimenea, cocina, etc.».
Para
abordar esta transformación, Jorge opina que será necesario establecer unos
patrones básicos de rehabilitación, modo de conservación y normas de uso;
«porque si no estos elementos etnográficos desaparecerán para siempre y la
Administración nunca podría intervenir en todas las cabanas y casas
teitadas», añade.
El Xuegu la Bola desde El Michu; al fondo, difuminada, Peña Ubiña la Grande
«En
realidad», me dice, «hace falta un gran inventario de recursos
patrimoniales, a la vez que es necesario, vuelvo a insistir, tener un buen plan
de investigación». Sin embargo, Jorge Camino, hombre con la cabeza sobre
los hombros y los pies en el suelo, bregado en miles de batallas
administrativas, añade casi como epílogo, «¡siempre estamos soñando!, el
futuro llega tarde, nosotros ya estamos maduros, en retirada, se podrán hacer
cosas, pero muy lentamente y siempre por impulsos externos, no hay materia
prima, hay una gran regresión intelectual en todos estos años».
Para
finalizar, Jorge Camino Mayor me comenta con nostalgia lo que ocurría en
Asturias en los años 80, en donde había una Universidad potente y a su vez se
constituía una Administración autonómica planificadora. «Se ha perdido el
sentido de la proporcionalidad, todo son floriloquios, se ha perdido la escala
de las inversiones, se gasta en tonterías y se olvida lo verdaderamente
importante». Como ejemplos, mi contertulio me habla del «teito»
que adorna una glorieta en Oviedo y del dolmen más casa castreña de la entrada
a Los Oscos.
Cabana de teito y corro, en la braña de La Mesa
Jorge y
yo hablamos también de otras muchas cuestiones, como por ejemplo la importancia
que hubiera podido tener el clima, claramente más cálido en época romana hasta
los siglos V o VI, en el abandono de la vía de La Mesa en beneficio de la vía
Escrita que discurre por el fondo del valle. De la datación medieval del Muro a
partir de una semilla, redonda y pequeña, encontrada en un paleosuelo, de
tramos de la vía extrasomedanos arrasados por carreteras, y de un largo
etcétera, que el lector podrá consultar en el libro que Jorge Camino Mayor
pondrá a disposición de los lectores, en un breve plazo, en las librerías de
toda España.
FUENTE: Víctor M. Vázquez. Miembro Numerario Permanente Del Real Instituto De Estudios Asturianos
Mejorar la estética de los cierres de
fincas y fomentar los hábitos de limpieza entre los visitantes, retos del
espacio natural
Las llamadas Casas de Veigas son uno de los elementos que conforman el
Ecomuseo de Somiedo y en esta sede del mismo, un atardecer soleado, me reúno
con María Teresa Lana Díaz, Marité, (Valle de Lago, 1962), que es la
responsable del propio Ecomuseo y de la Biblioteca Pública Municipal; hablamos
de estos 30 años del Parque Natural somedano.
Como muchos de los jóvenes del concejo que querían estudiar el BUP, tuvo
que irse a Oviedo y allí, en el internado de las monjas de la Inmaculada,
finalizó este período, para a continuación ingresar en la Escuela de Magisterio
hasta terminar sus estudios; tiempo en el que convivió con sus dos hermanos en
el piso que sus padres habían adquirido para reunir a los hijos.
Marité Lana, en una imagen reciente
Marité recuerda, con emoción y mucho cariño, a su padre, Aurelio Lana
Feito, tristemente fallecido en 2013, uno de los somedanos más queridos por
cuantas personas de bien llegaban al barrio alto de Valle de Lago, L’Auteiro, y
en la Taberna homónima entraban a comer, o simplemente tomar algún refresco o
un tentempié. La amena, documentada, culta y sabia conversación de
«Aurelio el de L’Auteiro», persona que destilaba bondad por todos los
poros de su piel, nunca podrá ser reemplazada. Junto a él, su mujer
«Piro» Díaz Rodríguez, magnífica anfitriona y excelente cocinera,
complementaban aquel negocio familiar, referencia, como he dicho, de tantas y
tantas visitas a uno de los lugares más frecuentados del Parque Natural de
Somiedo.
Los veranos eran el momento de retornar a casa y allí, en la taberna
L’Auteiro, Marité Lana ayudaba a sus padres, tanto en este negocio como en el
apoyo en las labores del campo. En 1992 obtuvo una plaza en la escuela taller
de Somiedo, en la que impartía clases para la obtención del graduado escolar, o
simplemente como complemento formativo a las actividades laborales de los
alumnos. Allí permaneció hasta 1996, año en que no consiguió renovar, y en 1997
se incorporó a sus cometidos actuales.
Aurelio Lana, Pedro de Silva y Javier Solana, junto a otros conocidos somedanos, en agosto de 1995, en L´Auteiro
La taberna abrió sus puertas en 1981 y se convirtió en un espacio social de
conversación; el portalón, la barra, el comedor, recibían a cuantos visitantes
pasaban hacia el Lago del Valle y a los vecinos que se acercaban por allí. Los
campamentos itinerantes que organizaba la Agencia de Servicios a la Juventud
del Principado de Asturias, acampaban en las cercanías de L’Auteiro, y Marité
recuerda entre risas a «Milio el del Nido», cocinero, y al médico
Javier González, director, tomando algún vino o chupito de licor de orujo,
mientras que los jóvenes campistas consumían toda la reserva de «Phoskitos»;
eran las llamadas «Rutas Vaqueiras», que cosecharon grandes éxitos de
participación en aquellos ya lejanos ochenta.
Llega la declaración del Parque Natural. Mi
contertulia recuerda los tiempos previos a aquel junio de 1988, cuando
aparecieron por El Valle los investigadores del INDUROT y otras gentes de la
Universidad; «ante el desconocimiento se anteponía la ilusión», me
dice. Su padre, Aurelio, siempre daba valor a la naturaleza y pensaba que los
somedanos deberían ser los primeros en algo, menciona Marité. «Éramos la
tierra de los osos, pero la gente no sabía dónde estábamos», me comenta, a
la vez que afirma que «Somiedo estaba más aislado que otros concejos del
Occidente».
«Poco a poco llegaba más gente por aquí, la escuela taller atrajo a
muchas decenas de alumnos, allí se formó gente que sigue trabajando en la
construcción, en el sector turístico, en etnografía, etc.», continúa
exponiendo mi interlocutora, que a su vez me comenta su valoración más que
positiva de estos 30 años de Parque Natural, en los que se han logrado
objetivos como la conservación de especies, con el oso pardo como emblema, con
una recuperación muy importante, que si bien se dio también en otros lugares
próximos. «No cabe duda que Somiedo ha jugado un papel importante en los
planes de recuperación de esta especie», añade.
Casa ‘teitada’ en Veigas perteneciente al Ecomuseo de Somiedo
«También es cierto», continúa hablando Marité, «que no se ha
logrado lo mismo con el urogallo, al igual que no se ha logrado tampoco en el
resto de Asturias, y es una pena, pero se ve que es una especie mucho más
problemática en cuanto a conservación y que los factores que influyen en su
declive son muchos y difíciles de atajar».
Comentamos también las inversiones realizadas en estos últimos 30 años ya
sea en carreteras, saneamiento, depuradoras, etc., «Ahora es necesario seguir
con inversiones en tecnología, coberturas de internet, telefonía móvil, para
estar al nivel de las ciudades, puesto que son herramientas de trabajo y de
formación a todos los niveles, no sólo en la administración o el turismo,
también los ganaderos pueden, -y algunos ya lo hacen-, utilizar cámaras en las
cuadras para controlar desde el móvil o el ordenador el estado del
ganado», continúa la responsable del Ecomuseo.
Rebaño de ovejas merinas, raza autóctona desgraciadamente desaparecida de Asturias
Para ilustrar la importancia de nuestro primer Parque Natural, Marité Lana
me habla del flujo de grupos de visitantes que han venido a Somiedo para
conocer la realidad de la declaración de la figura de protección, pues ellos se
encuentran en esa tesitura. «La impresión que se llevan es que aquí la
gente asume el Parque, y que este es un motor de desarrollo a la vez que un
modelo de conservación, y que las dos cosas son compatibles. Ciertamente,
buscando siempre el encuentro entre distintas posturas, posturas enfrentadas,
pero con consenso», afirma.
Educación ambiental, estética, observación de fauna, carreras, mejoras de
comunicaciones y patrimonio etnográfico. Ante la pregunta de ¿a qué
retos se enfrentan los somedanos para afrontar un futuro de bienestar?, Marité
Lana me comenta múltiples ideas que surgen de la mujer reflexiva que es y aflora
en la conversación el gran cariño con que habla de su tierra natal. En primer
lugar habla de la necesaria educación de las personas que visitan Somiedo y
hacen rutas de montaña, pero a la vez dejan señales de su paso en forma de
toallitas, pañuelos de papel, cigarrillos, envases y envoltorios. «Este
año hicimos dos actividades convocadas por asociaciones locales, en las que la
gente se implicó con entusiasmo.; limpiamos de basura dos de los recorridos más
concurridos del Parque. Son pequeños gestos, pero que significan mucho»,
concluye.
«Por otro lado la estética también debería estar presente» añade
Marité refiriéndose a los innumerables somieres utilizados como cierres de
fincas, de huertos o de corrales. Esta cuestión también la hace extensiva a los
indicadores de negocios, hospedajes y bares; «deberíamos de ser capaces de
unificar este tipo de señales», afirma mi contertulia a la vez que incluye
en este apartado la necesaria retirada de los cientos de carteles anunciadores
de fiestas locales y otros eventos. «Los colectivos de la sociedad civil
creo que debemos implicarnos en la conservación y respeto por nuestro
entorno», señala como colofón de esta reflexión.
Entorno de Santa María del Puerto, con La Penouta al fondo
Para la responsable del Ecomuseo somedano, uno de los grandes retos es el
de regular cuanto antes el turismo de observación de fauna. «Es un hecho
que se está dando, y que es a la vez un derecho y una oportunidad» me
comenta, para añadir «oportunidad para nuevos puestos de trabajo, y
oportunidad como educación ambiental y de respeto a la naturaleza, pero que
debe hacerse con control y respeto, siempre teniendo muy presente que lo
primero que hay que tener en cuenta es la conservación de la especie,
cualquiera que esta sea». En la conversación, Marité añade que cree que la
mayoría de la gente que practica este tipo de turismo es respetuosa con las
especies y con el medio; pero que hay que prevenir posibles efectos
secundarios, no interfiriendo en el desarrollo de las actividades cotidianas de
los vecinos de los pueblos.
«A los visitantes hay que darles información sobre cómo actuar en caso
de encontrarse con alguna especie de fauna salvaje, es importante saber lo que
no se puede hacer y lo que sí», sigue comentando mi interlocutora que
añade: «A veces cuando la gente pregunta, ¿pero aquí hay osos?, ¿están por
ahí fuera?, al oír la respuesta manifiestan que tienen miedo, que les asusta
hacer una ruta, por si aparece algún ejemplar. Por eso es importante informar,
educar; como también lo es la necesidad de que las administraciones controlen
el uso de imágenes y la difusión de información que pudiera ser perjudicial
para la conservación».
En temas como las nuevas actividades deportivas en montaña que desde hace
algunos años han llegado a Somiedo, como son carreras tanto pedestres como en
bicicleta, mi interlocutora también tiene su personal visión, aunque
ciertamente se asusta cuando le comento, exagerando un poco, que en realidad no
hay límite legal para las mismas. Lo primero que me dice, es que los
instrumentos de gestión del Parque Natural han de recoger estas regulaciones, a
la vez que me habla del gran acierto que tuvo la aprobación del primer Plan de
Uso y Gestión tomando decisiones muy acertadas en cuanto a establecimientos
hoteleros, campings, restricción de zonas, etc., que conformaron un modelo de
desarrollo exitoso. «Las carreras de montaña», me dice Marité,
«tienen sus defensores y sus detractores, supongo que como todo. Lo
importante es buscar el equilibrio. No creo que los que corran quieran acabar
con la biodiversidad ni con ninguna especie. Pero si el problema es la
cantidad, pues que se hagan estudios de impacto y se actúe en consecuencia. El
Desafío Somiedo, es la que más gente mueve y yo vería bien volver a los 300
participantes por categoría o menos, 250. En cuanto al recorrido, no pasa por
ninguna zona restringida, no pasa por ninguna zona por la que no podamos ir
cualquiera en un día de excursión. Que son muchos, pues que los responsables de
la gestión digan cuál sería la cantidad asumible».
Aurelio Lana Díaz y ‘Piro’ Díaz Rodríguez, en la Taberna L´Auteiro
«Yo las comparo con otra actividad, la caza. Yo no la practico, ni en
mi familia hay costumbre, ni la hubo. Pero respeto que sea una actividad que se
lleve a cabo en un Parque Natural, doy por supuesto que se hace bajo los
criterios de conservación y respeto a las especies protegidas. Sé que se
suspenden cacerías cuando se detecta presencia de osos en la zona, es decir, se
establecen cauces, normas, protocolos, para que esta actividad sea compatible
con la conservación y de hecho los cazadores son un colectivo aliado en este
cometido. Creo que así debería ser con otras actividades que surgen. Es
importante que los distintos IGIs contemplen estas actividades y las
regulen», reflexiona Marité en esta larga y agradable conversación.
«Ciertamente, los somedanos estamos orgullosos de que nuestro concejo
sea Parque Natural y Reserva de la Biosfera, sabemos lo que significa
conservar, proteger, y que eso sea compatible con el desarrollo económico, con
oportunidades de empleo. Cuando reclamamos una mejora en una carretera no
significa que queramos arrasar con todo lo que hay, no. Es posible mejorar las
carreteras, no para llegar más rápido a ningún lado, si no para circular más
seguros, y a la vez respetar todo lo posible la riqueza en flora y fauna que
pudiera verse afectada. Si nuestras casas no son como hace cien años, nuestros
modos de comunicarnos tampoco, nuestra ropa tampoco, ni nuestros medios de
transporte, ¿por qué ha de serlo nuestra carretera? No olvidemos que aquí
vivimos gente», es la opinión literal que Marité me transmite como
aportación a la polémica, que desde hace varios años se ha desatado, con
respecto a los diferentes proyectos de acondicionamiento de la carretera
autonómica que atraviesa el concejo de norte a sur y a los impactos que podría
producir sobre ecosistemas únicos en Asturias.
Uno de los lagos de Saliencia, el de la Cueva o de la Mina
Evidentemente, también comento con la responsable del Ecomuseo somedano,
sobre el estado de conservación de los elementos etnográficos que atesora el
concejo, tema que conoce perfectamente y que con seguridad está entre sus
preocupaciones más inaplazables «de la gran riqueza etnográfica existente
deriva el problema» me comenta. «A finales de los 80 había en pie 375
«cabanas de teito», y entre 2003 y 2005 se censaron 275. Este
descenso, debido a la falta de uso y al cambio de la actividad ganadera se
ralentizó gracias a las ayudas al «teitado» que otorgaba el
Principado, estas se retomaron hace poco, pero con escasos fondos. Es difícil
encontrar la fórmula para conservarlas. Son propiedades privadas. Tal vez una
de las formas de mantenerlas sea a través de los programas de Custodia del
Territorio que auspicia la Unión Europea», me dice Marité. «Pero
también están hórreos, molinos, fuentes, ol.leras, la lengua, costumbres,
etc.», añade mi contertulia ante este tema que daría para hablar horas y
horas.
Como colofón, y dejando en el tintero multitud de temas tratados, María
Teresa Lana me comenta respecto a estos 30 años del Parque Natural, que
«sin duda el balance es positivo, sin por ello no dejar de reconocer que
se cometieron y se cometerán errores. Es justo el reconocimiento a los que
idearon la figura de protección del Parque Natural, a los que hicieron el
estudio previo a la declaración y a los que redactaron el primer PRUG, casi
nada más declarar el Parque, pues eso ayudó mucho a despejar dudas y a ordenar
actividades, como el turismo, que crecieron a raíz de la propia declaración. Y
asímismo, es justo el reconocimiento a los que vinieron después y a los que
están ahora, tanto dirigentes como habitantes, visitantes, etc. ¡El parque no
es de nadie y a la vez es de todos!
La comparación con otras zonas
rurales: faltan debates críticos
Seguramente entre las palabras
preferidas de Manuel Galán González-Pardo (Avilés, 1973), se encuentren
infancia, educación y cooperación, o al menos yo he sacado esa conclusión, tras
una agradable reunión matutina, degustando sendos cafés y disfrutando del sol,
en la galería baja del Palacio de Flórez Estrada, en Pola de Somiedo. Este
economista, formado en la Universidad de Oviedo, posee un gran bagaje como
cooperante de Médicos del Mundo, en cuya sede madrileña trabajó previamente.
Perú, Honduras, los campamentos saharauis, Kosovo y Tanzania fueron algunos
lugares en los que Manu, que así le llaman sus amigos, participó en proyectos
de cooperación al desarrollo.
La Pola de Somiedo, al pie de Peña Vera
En este último país, en un pueblo
llamado Karatu, en el año 2006, colaboró en la fundación de una ONG local que
lucha por los derechos de menores y jóvenes que viven en la calle y que se
encuentran en grave riesgo de exclusión social; se trata de «Mwema
Children». Con posterioridad, en 2009, ya en España, participó en la
creación de la asociación» Matumaini», que preside, y que tiene como
objetivo principal la colaboración con la ONG tanzana, Bondad en swahili,
prestándole asistencia técnica, humana y financiera. El mismo Manu acude
anualmente a esa región, próxima a los grandes Parques Nacionales tanzanos,
pues Karatu es la puerta de entrada al mítico Ngnorongoro, tan conocido por los
telespectadores del mundo entero, por los documentales sobre la fauna que
habita allí.
«Matumaini», también
swahili, significa esperanza, me aclara Manu, y ahora, desde que se ha
instalado en Somiedo, hace ya unos 7 años, para regentar el negocio familiar de
hostelería, esta organización desarrolla también acciones entre los escolares
locales y los tanzanos.
Retrato de don Álvaro Flórez Estrada de autor desconocido
Descendiente por vía materna de don
Álvaro Flórez Estrada y con un abuelo paterno médico rural en el Somiedo de los
años 50 a 70 pasados, Manuel Galán retornó a tierras somedanas y se integró en
la vida social y cultural del concejo inmediatamente. Presidente durante seis
años de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio público
que lleva el nombre de su antepasado más famoso, se puso al frente de algunos
proyectos habían ido quedando apartados u olvidados.
La necesidad de un análisis DAFO.
Como buen economista que es, Manu Galán, cree que no se puede vivir eternamente
en la autocomplacencia; para empezar, me habla de la necesidad de reunir a los
diferentes actores y realizar un sencillo análisis DAFO (Debilidades, Amenazas,
Fortalezas y Oportunidades) sobre el devenir y el porvenir del Parque Natural.
«Precisamente en los actos para la conmemoración de este 30
aniversario», comenta, «creo que faltan muchos actores».
«Es necesario abrir debates críticos sobre lo que nos afecta»,
apostilla.
Manuel Galán, en una imagen reciente
Asegura que su mayor sorpresa al
venir a vivir a Somiedo, fue la falta de participación de los distintos grupos
de la sociedad, tanto en las políticas municipales como en los espacios de
ocio. «Imaginaba que me encontraría con comunidades más activas»,
añade. Él ve mucho más interés por parte de la gente de fuera que por la
población local; piensa también que es muy difícil juntar a la gente del concejo,
pues opina que los espacios de participación se los ha apropiado la
Administración.
Comparando el concejo somedano con el
mundo rural africano, Manu opina que aquí hay una gran desafección y falta de
estructura social, frente a lo que ocurre en las comunidades africanas que él
conoce bien. «Es preciso abrir debates críticos sobre lo que nos
afecta», afirma. En este sentido, me comenta que «Matumaini»
organizó, en marzo de este año, una charla sobre violencia de género en el
medio rural, en la que participó la doctora en Sociología Mª Ángeles Martínez
García, autora de un estudio realizado en Asturias y publicado por el
Ministerio de Agricultura.
Palacio de Álvaro Flórez Estrada en Pola de Somiedo.
«Para esta conmemoración del 30
aniversario se han organizado muchos actos, pero ¿qué va a pasar en
2019?», reflexiona en voz alta mi contertulio. Se contesta a sí mismo que
existe un desinterés generalizado en muchos frentes, «tenemos una inmensa
necesidad de analizar lo que ocurre con nuestro patrimonio y los oficios
tradicionales antes de que sea tarde. Compartir debates para encontrar
soluciones amplias y consensuadas», añade. En Manu Galán yo he visto un
hombre inmensamente dialogante y tremendamente preocupado por la falta de
proyectos sostenidos en el tiempo y arraigados al territorio. Una de las
cuestiones que más le preocupa es la de no haber aprovechado este 30
aniversario para alinearse con los municipios en favor de la acogida de
personas refugiadas, «hay muchas casas vacías y seguramente podríamos
haber hecho algo parecido a lo que han hecho otros municipios de España, y qué
buena oportunidad hubiera sido para celebrar un aniversario tan
significativo».
La Educación como compromiso social.
Manuel Galán enlaza un tema con otro sin que yo necesite apenas preguntar nada;
por su boca desborda un caudal de ideas siempre positivas y sin reproche alguno
hacia nadie. Vuelve a hablarme de su ONG «Matumaini» y su contraparte
tanzana «Mwena» en la que trabajan 13 personas y acogen más de 100
niños. Desde «Matumaini», dice, «promovemos modelos de educación
creativos, donde niños y niñas están en el centro, con actividades en el aula y
fuera de ella, que tocan la educación en valores, abriendo ventanas a otros
mundos mediante exposiciones, charlas y talleres que favorezcan una mirada
crítica de nuestro entorno». «Además», añade,» damos a
conocer realidades africanas diversas, a menudo con un punto de optimismo, que
eliminen estereotipos sobre el continente africano y traigan más noticias
positivas que nos hablan de talentos, creatividad y arte».
Actuación del camerunés Boniface Ofogo en el anfiteatro del Centro de Interpretación del Parque de Somiedo, en la VII Edición del Festival de cuentacuentos y narración oral «Tibleus
Manu se siente orgulloso de su
participación en la rehabilitación del pequeño anfiteatro situado en la trasera
del Centro de Interpretación del Parque Natural en el que se celebra el único
Festival de Narración oral y Cuentacuentos de Asturias, una de las actividades
más reconocidas de las que organizan y que pretende acercar los relatos orales,
los cuentos, a las zonas rurales, cuna de muchas historias, pero donde
habitualmente no hay posibilidad de disfrutarlas.
Uno de los proyectos que desde
«Matumaini» colaboró a recuperar fue el de activar los compromisos
adquiridos con UNICEF tras la concesión del título de «Ciudad Amiga de la
Infancia», por unos trabajos realizados desde la escuela, pues este
peligraba por la pasividad de las diferentes asociaciones que formaban el
Consejo. Consiguieron una prórroga de cuatro años (2014-2018) para reactivar
los compromisos y ahora las relaciones con el organismo internacional han
vuelto a ser fluidas y con permanencia en el tiempo.
Manu, dirigiéndose a padres y alumnos en el salón del Centro de Interpretación del Parque de Somiedo
Manu alaba la gran idea que supuso la
apertura de la ludoteca municipal, que acoge a niños de entre 18 meses y 11
años; a su vez me comenta la necesidad de hacer actividades con las familias.
Ellos mismos, cuando organizan sesiones de cine, se reúnen a merendar y a que
los niños jueguen; «es una forma de recrear las antiguas formas de
relación entre vecinos, en un momento en el que parece que cada uno va a lo
suyo».
Respecto a la educación reglada, mi
interlocutor subraya que en Somiedo hay varios retos pendientes. «Uno es
completar la educación secundaria obligatoria y evitar desplazamientos diarios
de la comunidad estudiante a Grao y la emigración de las familias a zonas
urbanas que a menudo conlleva», señala en primer lugar. Pero también añade
que otro de los retos es «conseguir atraer nuevas familias con nenos,
nuevas vecindades que se instalen en Somiedo atraídas por las bondades del
Parque Natural. Para ello, se requieren políticas que faciliten el tele-trabajo
e iniciativas sociales que favorezcan alquileres de bajo coste, así como
promover aquellos espacios comunitarios ya olvidados donde las familias
adquieran sentimiento de comunidad y pertenencia al territorio».
Murales realizados por los alumnos del colegio público Álvaro Flórez Estrada. El de la izquierda está dedicado a la unión entre los niños de Karatu y de Somiedo, y el de la derecha, a los campos de refugiados por conflictos bélicos.
Manu Galán también me señala, como
aspecto positivo, que en los 6 años que lleva viviendo en Somiedo ha visto
emerger nuevos liderazgos, como el AMPA del colegio y el Consejo de Infancia y
Juventud, en los cuales ha participado activamente.
«Pero hay que hacer más
cosas», comenta mi contertulio, como un esfuerzo en sanidad; la pediatra
solo viene un día al mes durante dos horas
Nuevas vecindades y proyectos de
futuro. Para Manuel Galán, gran parte de la hostelería somedana está sostenida
por personas que han venido de fuera a trabajar y considera un reto integrar
estas nuevas vecindades en la comunidad; «Matumaini» ya está pensando
en organizar un encuentro en el que compartir productos de los diferentes
países e iniciar poco a poco una convivencia que vaya integrando en Somiedo a
todas estas personas que han llegado a trabajar desde diversos lugares, sobre
todo desde Rumanía.
Taller de música organizado por «Matumaini» en el patio del colegio de Pola de Somiedo
Y hablando de hostelería, Manu piensa
que hay una acuciante falta de interés por el colectivo. «Cada cual
batalla por su cuenta», comenta, «las asociaciones no funcionan lo
que desentona con el cada vez mayor tirón de Somiedo». En su opinión,
«se necesitan nuevos liderazgos para refundar la vida asociativa
hostelera, generar iniciativas ilusionantes y tener una voz única ante la
Administración».
«Hay mucha calidad en la
hostelería somedana, gran conocimiento del medio y una larga experiencia; son
los mejores mimbres para hacer una Asociación fuerte y coordinada, que trabaje
por el bien común, pero es necesario superar la falta de motivación e interés
por el movimiento asociativo». «No podemos caer en manos de grandes
corporaciones hosteleras que nos colonicen, Somiedo perdería su esencia»,
añade.
Por si fuera poco el trabajo que
desarrolla Manuel Galán en Somiedo, hace un año, un grupo de descendientes de
don Álvaro Flórez Estrada fundó la asociación que lleva el nombre de este
ilustre personaje. Su objetivo fundamental es dar a conocer su vida y obra
mediante visitas guiadas a su casa natal, realización de jornadas de estudio y
toda una pléyade de actividades culturales que intentan paliar la ausencia que
se detecta en el concejo, exposiciones temporales, conciertos de jazz,
recitales de poesía, música de cantautores, teatro, música tradicional
asturiana y un largo etcétera. «Este año», me dice Manu con cara de
satisfacción, «hemos tenido más de 2.000 personas participando en el
conjunto de nuestras acciones». Cuando me despido de Manu Galán y de su
familia, este me comenta que se le olvidó decirme que sus hijos son inmensamente
felices aquí, en el cole, con sus amistades, el medio que les rodea, y que es
un regalo poder criarlos en este entorno disfrutando de una etapa de su edad
adulta en este rincón de Asturias.
FUENTE: VÍCTOR M. VÁZQUEZ | Miembro Numerario Permanente Del Real
Instituto De Estudios Asturianos
«Nadie mejor que los somedanos para señalar el camino más adecuado a
seguir», señala Nicanor Fernández, presidente de la Fundación Oso de
Asturias, que defiende la progresión espectacular del concejo: «En todas
las épocas del año recorrerlo es una maravilla»
Hay quien piensa que Nicanor
Fernández Álvarez es uno de los asturianos más influyentes en lo que se refiere
a la actividad política, social y empresarial de la región. Pero lo que es
seguro es que es una de esas personas francamente reflexivas de las que se
suele decir que tiene una cabeza muy bien amueblada; personalmente puedo
refrendarlo, pues la vida me llevó hace muchos años a entablar una sincera
amistad con él, a conocerle creo que ciertamente bien e incluso a poder
trabajar bajo su estricta y exigente batuta, con un resultado que presumo
satisfactorio para ambos.
Las circunstancias laborales llevaron
a Nicanor Fernández a nacer en Laciana (León), su familia participó en la
fundación y dirección de la compañía minera Hullas de Coto Cortés, pero él se
considera un asturiano por los cuatro costados y, como otros muchos
lacianiegos, es de los que piensa que El Cornón no divide, sino que en realidad
une dos concejos asturianos, el de Villablino y el de Somiedo.
Central de La Malva antes de su última restauración
Si la vinculación con el primero de
estos territorios le viene de cuna, la relación afectiva y profesional con el
segundo, desde mediados de los 80 pasados, la explica refiriéndose a tres
presuntos culpables, Pedro de Silva, Aurelio Álvarez y un tal Víctor Vázquez,
que por cierto firma estas pequeñas crónicas semanales sobre el devenir y el
futuro del Parque Natural de Somiedo, 30 años después de su declaración.
En la vida laboral de Nicanor
Fernández destacan sobre manera el haber sido director de la Presidencia del
Principado de Asturias, posteriormente de la de Hidrocantábrico, director de la
Fundación EDP y empresario. Hoy, además, desde hace algo más de un año, ocupa
la presidencia de la Fundación Oso de Asturias (FOA).
Placa de homenaje a Narciso Hernández Vaquero, técnico ideólogo de la explotación de los lagos somedanos, en el interior de la central de La Malva
Somiedo como referente vital
Lo primero que destaca mi contertulio
al referirse al Parque Natural de Somiedo es una importante relación personal,
familiar y profesional con este territorio, del que procura que nada de lo que
allí sucede le resulte ajeno. Y si antes hacía referencia a las personas que
menciona como inductores de su «somiedofilia», por su detallado
conocimiento del paisaje y del paisanaje, destaca que su vinculación a
Hidrocantábrico, hoy EDP, y desde hace más de un año por el nombramiento como
presidente de la Fundación Oso de Asturias, le ha servido para acrecentar más
esta querencia.
Conocedor de todos los entresijos que
conllevó la declaración del espacio protegido somedano, no en vano en aquellos
años Nicanor Fernández trabajaba, codo con codo y puerta con puerta, con el
Presidente Pedro de Silva, no duda en afirmar que «la evolución del Parque
Natural desde su constitución ha sido espectacular; hoy en día, pese a las
dificultades que siempre existen, los somedanos están orgullosos de
serlo», para comentarme a continuación, que «este es un indicador que
puede resumirlo todo».
Con la humildad del analista preclaro
que siempre ha sido, Nicanor Fernández no duda en anteponer su conocimiento de
la realidad somedana para manifestarme que «quizás por eso, a veces, me
atrevo a opinar sobre aquello que pienso es mejor para esa tierra, pero siempre
desde el respeto y la convicción de que, en general, nadie mejor que quien allí
vive para señalar el camino más adecuado a seguir».
Chapa de identificación de uno de los vigilantes de Saltos de Agua de Somiedo.
Ciertamente, Nicanor tiene razón,
pero Somiedo ya no es sólo de sus habitantes, ni nunca lo ha sido, hay un gran
patrimonio colectivo que pervivió gracias a las aportaciones de muchas personas
anónimas o no tanto, y gracias a muchos esfuerzos se han alcanzado éxitos
impensables en 30 años de gestión, le digo, y yo veo claroscuros que pueden
distorsionar un futuro sostenible en el medio plazo.
«Mira, gestionar el éxito no es
más fácil que alcanzarlo», me dice con contundencia; «evidentemente
Somiedo no puede crecer indefinidamente en número de visitantes, y de manera
muy especial durante los meses de verano -hay algún día o momentos bastante
incómodos-, sin poner en riesgo su propia esencia», afirma Fernández para
hablarme de algo que viene comentando desde hace años cuando le preguntan cosas
parecidas.
Para él lo más importante es
«apostar por la calidad en todos los niveles, lograr que quienes visitan
nuestro primer parque natural ‘gasten más’, porque reciben más y mejores
servicios y profundizar en la desestacionalización». A este respecto me
habla de su experiencia personal: «no hay época del año, lo sé muy bien,
en que recorrer Somiedo no sea una maravilla».
Preservar el oso pardo y su hábitat, objetivo prioritario
Como continuación de su apuesta por
la calidad, Nicanor Fernández dice: «Unido a esto me preocupan mucho las
últimas expectativas, estimo que desmesuradas, en torno al avistamiento de
osos. Su hábitat es extremadamente sensible y cualquier interferencia en él más
allá de los usos locales tradicionales, puede acarrear consecuencias negativas
para consolidar la recuperación de esta especie, que incluso mucho más allá de
su importantísimo valor medioambiental, constituye una tarjeta de referencia
impagable».
Público asistente a una visita a la central de La Malva
Mi contertulio no pierde el tiempo en
pausas y continúa su discurso con unas apreciaciones ciertamente interesantes,
y poco maduradas por quienes hablan últimamente de la bondad de los
avistamientos de osos en libertad. «Si un porcentaje muy alto de quienes
visitan Somiedo lo hace por que espera ‘ver’ osos, pueden suceder una de estas
dos cosas: No los observa y ello defrauda sus expectativas, o bien la presión
para lograrlo, más pronto que tarde, tendrá efectos indeseados sobre la
especie».
«El objetivo», añade
Fernández, «tiene que ser visitar las tierras en las que viven los osos,
pues ello es garantía más que suficiente de una experiencia extraordinaria. Si
además, de manera respetuosa, e incluso con un asesoramiento profesional, se
produce un avistamiento, ¡magnífico!». Además, el presidente de la FOA
piensa que este va a ser uno de los temas cruciales en los próximos meses y
opina que debemos ser muy, muy responsables, con las medidas que se adopten al
respecto, e insiste que la primera «es no crear expectativas
desmedidas».
¿Hacia dónde debería avanzar el parque de Somiedo?
Cuando lanzo esta pregunta a Nicanor
Fernández, responde con la rapidez que le caracteriza. «Con los recursos
naturales, el máximo respeto. Su preservación es el mayor activo de presente y
de futuro para los somedanos; y para ellos, y para quienes les visitan,
disponer de buenos servicios sociales, educativos, médicos y, totalmente
imprescindible, un acceso competitivo a las redes de sistemas de información y
comunicación. Es lo razonable para fijar población y desarrollar un sector
servicios de calidad». También ve mi interlocutor la necesidad de que
algunas actividades de transformación agroalimentaria en pequeña y mediana escala,
tuvieran un papel más relevante.
Para Nicanor Fernández, otro tipo de
iniciativas tendrían difícil cabida en el Parque Natural de Somiedo, ya que no
es posible ni mucho menos deseable el «todo vale» sin poner en riesgo
su propia esencia.
Uno de los lagos de Saliencia, el de la Cueva o de la Mina
Para él y para otras muchas personas
a las que no nos une ninguna vinculación de tipo laboral con la producción
energética, la central de La Malva, con algo más de 100 años de existencia,
constituye el ejemplo de una actividad industrial muy integrada en el entorno,
y de todo punto respetuosa.
Ciertamente, la creación de aquella
empresa matriz, Saltos de Agua de Somiedo, germen de la que luego sería
Hidroeléctrica del Cantábrico, ha sido un factor determinante en el desarrollo
del concejo de Somiedo y aquella primera central, hoy en día un auténtico museo
vivo, pues sigue en producción, es una magnífica tarjeta de visita e incluso un
soporte económico muy significativo para los somedanos. Mientras hablamos de
este tema, Nicanor Fernández no duda en comentarme que «personalmente, en
la parte que corresponde a EDP, estoy muy orgulloso de formar parte de su
entrañable historia».
«Dado que Somiedo está en el ADN
de la compañía, que ha sido y es un extraordinario vecino, contribuyendo desde
luego a la economía del concejo, pero también a la divulgación de sus valores a
través de publicaciones y otras iniciativas sociales y culturales relevantes
todos los años», comenta Nicanor Fernández, «en los últimos meses,
con motivo de la celebración del 30 aniversario de la declaración del Parque
Natural, la Fundación EDP se ha convertido en el principal patrocinador de las
actividades que se están llevando a cabo».
Tertulia 17 de Mieres en La Central de la Malva
«Buena prueba de que La Malva y
EDP no son sólo parte de una gran historia común, sino que constituyen una
clara apuesta de futuro», apunta para finalizar esta agradable
conversación, mientras degustamos sendos cafés en su despacho.
FUENTE: VÍCTOR M. VÁZQUEZ (Miembro Numerario Permanente Del Real
Instituto De Estudios Asturianos)