El arte, la cultura y la gastronomía tienen cabida en Tertulia 17 de Mieres
Esta relación, cada vez más estrecha, queda patente con iniciativas como la vivida por Tertulia 17 de Mieres en la jornada del sábado 18-06-2022 en la localidad de Comillas (Cantabria). Una jornada lúdica, cultural y gastronómica, llena de buenas sensaciones. Estos viajes son de los que quedan grabados en la memoria y retina de todos los participantes. Esto fue lo que se vivió y se disfrutó en el viaje estival de Tertulia 17 de Mieres a la localidad cántabra de Comillas
Angustiaba pensar en viajar el día antes del evento cultural (viernes 17 de junio de 2022), por la ola de calor que estaba asolando Asturias y Cantabria, alcanzando los termómetros temperaturas históricas en toda la zona cantábrica. Pero una vez más, la fortuna acompaño a Tertulia 17 de Mieres y el día fue muy aceptable de temperatura facilitando así el disfrute de una “magnifica” jornada.
Para esta ocasión se programaron dos vistas culturales:
- El capricho de Gaudí.
- Palacio de Sobrellano.
El evento gastronómico se realizó en:
- Club de Golf de Rovacías de Comillas. Hotel Abba-Comillas golf.
La visita al Capricho de Gaudí estaba programada para las 12:30 horas, pero conozcamos una pequeña reseña de quienes eran el arquitecto Antoni Gaudí (1852-1926) y su propietario Máximo Díaz de Quijano (1841-1885).
La vida de un creador insaciable.
Antoni Gaudí, fue un estudiante de ideas revolucionarias, profesional de éxito, devoto cristiano, genio incomprendido… Todas esas personalidades confluyen en la figura de Antoni Gaudí i Cornet (1852-1926), un hombre de fuerte carácter y firmes convicciones que, pese a sus orígenes modestos, dejó una huella imborrable en la turbulenta Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX y acabó convirtiéndose en uno de los grandes referentes de la historia de la arquitectura.
La biografía del autor de obras maestras como la Sagrada Familia constituye el testimonio de una vida en constante cambio, marcada por episodios como el fracaso amoroso, las disputas profesionales, la muerte de sus seres queridos y los graves problemas de salud, sucesos traumáticos que contribuyeron a llevar a Gaudí a una dedicación obsesiva al trabajo que derivó prácticamente en su aislamiento social. Estas experiencias vitales, sumadas a las relaciones que el arquitecto mantuvo con algunas de las personalidades más destacadas de su época, fueron decisivas para la evolución de un creador irrepetible, al mismo tiempo que componen el fascinante retrato.
Sería imposible entender la casa visitada en su totalidad sin antes comprender a su increíble arquitecto. Precursor del modernismo español, era un amante del mundo natural; «todo está escrito en el gran libro de la naturaleza» es una de sus frases más conocidas y la que mejor nos deja entender la increíble pasión de este genio, la cual plasmó en todas sus obras. Es posiblemente uno de los más grandes creadores de todos los tiempos y es, en Comillas, donde nos encontramos un manifiesto de su genialidad. El Capricho de Gaudí. Es una de las pocas obras que se encuentran fuera de Cataluña, y aún quedaba mucho tiempo para que este joven Gaudí llevase a cabo algunas de sus creaciones como, por ejemplo, la Casa Mita o el Park Güell.
El Propietario del Capricho de Gaudí.
Máximo Díaz de Ouijano (1841-1885). Para entender esta casa visitada por tertulia 17 de Mieres hay que ponerse en la piel del primer propietario: Máximo Díaz de Quijano. Natural de Santander, hizo una gran fortuna en Cuba gracias a sus trabajos como abogado del I Marqués de Comillas, Antonio López y López. Es por eso que se le considera un indiano, nombre que recibían aquellas personas que viajaban desde España a América para ganar dinero.
Era un joven burgués, intelectualmente inquieto, que llegó a colaborar con José María de Pereda gracias a sus dotes como pianista y escritor. Además de eso, también era periodista y un auténtico amante de la botánica y de los adornos exóticos. Todo esto se puede verse reflejado en el Capricho de Gaudí (720 m2 repartida en tres plantas). Esta casa, se considerada pequeña en comparación con otras casas indianas de la época, y es porque Gaudí, la diseñó solamente para Máximo, lo que nos indica que era soltero.
El exotismo del Capricho de Gaudí
Visita muy interesante y animada, que el guía en sus definiciones, se “esforzaba” en explicar todas las partes del Capricho al detalle. El edificio rebosa exotismo, está lleno de color y está perfectamente adaptado tanto a su dueño como a las necesidades del terreno. El girasol no es solo un elemento decorativo en esta casa, sino que da sentido a todo el edificio. Esta casa está construida para seguir al sol, para captar su luz. Las estancias se distribuyen y organizan en función de la posición que ocupan respecto al sol.
El nombre de Capricho, que no lo puso Gaudí, se debe a la presencia de elementos tan fuera de lo común como la torre de inspiración persa, los originales trabajos en hierro forjado y esa mezcla constante de colores y materiales. Todo un capricho de la arquitectura se dijo en su época.
Todas las estancias son diferentes y cambian los artesonados de los techos, las decoraciones de los muros e incluso las carpinterías de puertas y ventanas. Además, en determinadas salas encontrarás unas vidrieras que esconden mensajes de la naturaleza. En los desvanes se ubicaban las habitaciones de los sirvientes y en ellas se ven los trabajos de carpintería y los envigados en forma de tijera. Visita muy interesante que complació ampliamente a los tertulianos y tertulianas.
Palacio de Sobrellano, símbolo del esplendor de Comillas.
Esta localidad, asomada al mar cantábrico, está salpicada de sorprendentes palacios y casas solariegas, atesora arte en cada rincón. El Palacio fue ideado como residencia de verano para el Marqués de Comillas y la Familia Real. La construcción del Palacio se inició por encargo del I Marqués de Comillas, Antonio López y López, nacido en la villa cántabra, de la que salió para hacer las Américas.
Allí le sonrió la fortuna hasta el punto de volver a España, donde se estableció en Cataluña, con riquezas suficientes como para, entre otras muchas iniciativas, afrontar la construcción en su tierra natal de esta notable construcción, que él no llegó a ver terminada. Antonio López encargó la construcción del Palacio a dos arquitectos catalanes, Joan Martorell y Cristóbal Cascante y Colón.
Además de los arquitectos, el Marqués trajo de Cataluña escultores, carpinteros y albañiles. Las obras comenzaron en 1882 y se prolongaron durante seis años. Si rodeamos el edificio, comprobaremos la abundancia de vanos en todas sus paredes, que contribuyen a la luminosidad interior del edificio.
Tiene una fachada muy espectacular, realizada con piedra de Carrejo, con galerías abiertas decoradas con arcaduras trilobuladas y columnata. Las columnas se concluyen con remates en forma de flor de lis, coronas o caballos alados. El edificio tiene 2000 metros cuadrados de extensión divididos en tres plantas.
El Palacio ya no pertenece a la familia de Antonio López. El actual Marqués de Comillas, el IV, Alfonso Güel y Marcos, tataranieto de Antonio López, vendió el Palacio al Gobierno de Cantabria hace 35 años por una cifra simbólica de 420.000 €. Decimos que es una cifra simbólica porque había sobre la mesa una oferta mucho más sustanciosa, para hacer del Palacio un hotel de lujo. Sin embargo, el actual marqués prefirió perder dinero y venderlo al gobierno de Cantabria.
El hotel restaurante del encuentro gastronómico.
Tertulia 17 de Mieres para la comida del evento cultural, escogió un entorno espectacular, el Hotel-Restaurante Oyambre, en Abba Comillas Golf hotel. Cuidada restauración con todo lujo de detalles. Gastronomía selecta, en perfecto equilibrio entre variedad y calidad y apostando por una personalidad propia. Amplias instalaciones para la realización del evento gastronómico.
En opinión del que suscribe (y creo hablar, por el resto del grupo), un buen equipo de profesionales y un servicio rápido e impecable que agrado ampliamente a los integrantes de la expedición de Tertulia 17 de Mieres. Para la ocasión se contrató el siguiente menú:
Primeros a elegir.
- Ensalada de langostinos, mézclum y vinagreta de pimientos
- Carpaccio de bacalao con aceite de oliva y jugo de cítricos
Segundos a elegir.
- Solomillo Wellington
- Merluza rellena de marisco con velovie de cava
- Rape grill con ajoarriero y patata panadera.
Postres a elegir
- Macedonia de frutas de temporada
- Tarta de chocolate
- Tarta de quesos
- Hojaldre supreme con nata y fresas.
A las 19:30 horas, y después de un día lleno de arte, cultura y gastronomía, la expedición de Tertulia 17 de Mieres inició en viaje de retorno a Mieres.
Día cargado de buenas sensaciones de convivencia y amistad que dejan testimonio de una jornada inolvidable.
TERTULIA 17 DE MIERES